¡Zombies!…¿Reales?
Los Zombies han sido prostituidos hasta el cansancio en la cultura popular y en la cinematografía, pongámonos serios un momento y abarquemos el tema desde lo racional, lo científico y lo posible.
Los Zombies han sido prostituidos hasta el cansancio en la cultura popular y en la cinematografía, pongámonos serios un momento y abarquemos el tema desde lo racional, lo científico y lo posible.
¿Será Retribution el final de la serie Resident Evil?
El zombie, el muerto viviente, de entre todos los monstruos de la ficción moderna, posiblemente el más humano y por ende el que mejor representa los miedos de la sociedad actual. Esas multitudes de cadáveres andantes desprovistos ya de toda humanidad y ansiosos por devorar a los vivos, se han vuelto una presencia común en la ficción, siendo participes de infinidad de historias que van desde el horror apocalíptico al drama personal, e incluso a la comedia romántica. Desde la literatura a los videojuegos, las hordas de zombies invaden la ficción denostando que el muerto vivo llegó para quedarse.
Es cierto, antes de 1968 había películas de zombies, pero las historias no hablaban de seres descarnados que comiesen la carne viva de sus víctimas. Las primeras películas de zombies sólo abordaban el gusto-temor por lo exótico del norteamericano por las tradiciones de los pueblos sudamericanos y reflejaban con muchas imprecisiones el concepto del vudú haitiano.
“¿Churro o no churro? La leyenda no contada de Abraham Lincoln como nocturno caza vampiros traída por Timur Bekmambetov y Tim Burton, aquí en Habitación 101”
Una estruendosa lluvia de balas, una frenética persecución a alta velocidad, cortes rápidos, cámara dinámica, energía pura; en síntesis, lo que conocemos actualmente como el típico cine de acción Hollywoodense de la era moderna. Y toda esta furia, esta fuerza, se encuentra contenida en la filmografía del fallecido Tony Scott, director británico que dedicó la mayor parte de su carrera a llevar el modelo de thriller de acción Hollywoodense a nuevos niveles. Y es que pésele a quien le pese, el cine de Scott es relevante, al ser el cine que mejor resume la historia moderna del thriller americano.