Dirección: Shawn Levy
Reparto: Ben Stiller, Robin Williams, Owen Wilson, Steve Coogan, Ricky Gervais, Dan Stevens, Patrick Gallagher, Rami Malek, Mizuo Peck
Las aventuras del guardia del museo Larry Daley (Stiller) llegan a su fin junto con todos los personajes de esta trilogía, no sin antes hacer una parada en Londres donde visitarán el museo británico de historia natural y ahí cobrarán vida más celebridades del mundo pasado.
Se leerá absurdo, pero cuando un proyecto crece y termina en trilogía o saga, se siente saludable que su reparto y talento de producción llegue intacto al final del recorrido, ya que se siente un producto íntegro sin variantes que se hayan ido perdiendo a lo largo del camino.
Tal es el caso de esta trilogía, que aunque solamente goza de popularidad entre el público joven, deja un buen sabor de boca que apela a la nostalgia, ya que recordaremos a talentos como Dick Van Dyke y Mickey Rooney quienes fueron parte de la primera cinta y ahora regresan en un breve cameo.
Es también digno de mencionar, que esta es la última cinta con la presencia de Robin Williams, quien decidiese dejar este mundo el 11 de agosto del presente año, la película está dedicada a su memoria y la de Rooney quien falleció el 6 abril pasado.
Alan Silvestri vuelve en la composición musical para cerrar el ciclo de esta trilogía. Quien vuelve en la fotografía en ausencia en la anterior entrega es Guillermo Navarro, cinefotógrafo de cabecera de Guillermo del Toro desde el inicio de su carrera.
Con un presupuesto de $127 millones de dólares, la película se estrena esta navidad en México, atrasándose solo con una semana de diferencia en Estados Unidos que entró el 19 de diciembre en sus cines.
Se tenía contemplado un spin off de los personajes miniatura del vaquero Jedediah interpretado por Wilson y el romano Octavius quien encarna Coogan, pero debido a la muerte de Williams, el proyecto ha sido cancelado.
Clasificación: Solo para iniciados y quienes vieron las dos anteriores, vale la pena cerrar el ciclo riendo a carcajadas con los icónicos personajes que conocimos desde el 2006, sanamente Stiller y el director dejan descansar una trilogía para no sobreexplotar una fórmula que pudiese caer en el desgaste.