Si quieres leer de el segundo volumen da click aquí.
Dirección: Lars von Trier
Reparto: Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgård, Stacy Martin, Shia LaBeouf, Christian Slater, Uma Thurman, Sophie Kennedy Clark
DISCLAIMER: ¿Desea leer solo acerca de la película? Brinque la paja hasta el “Capítulo V – NINF()MANÍA al descubierto”
Lo confieso, hace ya más de un año, cuando Lars von Trier anunció el título de su siguiente película y lanzó el poster de avance, lo primero que sentí fue aversión y me prometí nunca ver esa película. Aquí la imagen en cuestión:
Antes de que se incurra en tacharme de misógino, explico lo siguiente, acompañado del poster y el título, von Trier declaró que la película contaría con sexo explícito a cuadro y nombró al reparto antes mencionado, lo cual me hizo entrar en conflicto, ya que en mi cabeza resonaba el pensar
¿Qué diferencia hará este cine del pornográfico? El escalón de una plataforma a otra es muy corta, y es un filo en el que cualquiera está expuesto a cortarse.
Aunado a esto y para ensalzar más el escándalo, al actor Shia LaBeouf se le pidieron fotografías de su pene a manera de casting, Shia decidió enviar videos de él y su novia teniendo sexo para convencer al director danés de estar en la cinta.
Suficiente tuve con este preludio como para hacer a un lado todo mi pequeño encanto con este director, que bien nos ha entregado obras maestras como ‘Europa’ (1991), ‘Rompiendo las olas’ (1996), ‘Dogville’ (2003) por mencionar a algunas, sin olvidar el claro movimiento Dogma 95 del cual fue fundador al lado del cineasta Thomas Vinterberg. Ninguno de estos esfuerzos me hacía consolarme o resarcirme con el polémico cineasta; decidí abandonar su búsqueda y estigmatizar ‘NYMPH()MANIAC’ sin siquiera atreverme a saber más del tema.
Capítulo I – Hambre de cine al despertar
15 de abril de 2014, 10am.
Con cierto vacío ininterpretable en mi cuerpo, me levanto el martes por la mañana, pensando en el decidir del día, me dispongo a ver la cartelera sin mayor encanto anunciado, ya que recordaba haberla revisado días previos y el ir y venir de películas medianamente buenas estaba en la disponibilidad de las marquesinas.
Incurro que la Cineteca Nacional siempre está dispuesta a ofrecer un ojo crítico y preparado para quienes deseamos entrenar la pupila, cual gimnasio para los brazos y abdómenes que exigen quemar grasa, pero en este caso hacer ‘abdominales oculares’ con nuestros parpados.
Sorpresivamente me encuentro con que la ’56 muestra internacional de cine’ está disponible en cartelera y aunado a esto se encuentra… sí, he ahí la obra que preferí vetar de mi sistema, la impronunciable nueva obra de von Trier, invitando a los cinéfilos a apreciarla.
Semanas antes, con la llegada del 17° Tour de cine francés y previo a la exhibición del filme ‘Renoir’ (2012) nos dejan ir sin previo aviso el tráiler de… así es, la película de von Trier, aquí el avance:
Sentado en la butaca, y negado a ver lo que se me presentaba en pantalla, atestigüé de vuelta la aversión de lo que prefería ignorar, y volví a bloquear en mi interior la cinta que me refrendé a decir, ‘no quiero ver una película porno en un cine convencional’.
Capítulo II – ¿Ver o no ver? He ahí la cuestión.
Mi día empezaba ese martes, y pocas opciones se me presentaban para ocuparlo, fue casi un impulso lo que me hizo salir de la cama y pensar un poco en el sacrificio… NO quiero ver esa película, pero… sin embargo puedo hablar de ella sea cual sea mi resultado después de verla, (evidentemente también pensaba en el escribir en este espacio y explicar mis impresiones, por lo que ahí identifiqué perfectamente, el porqué SI debía de acudir a verla).
El morbo, eso que nos nace en el interior a manera de secreto oculto, en cierta manera me llenaba de un cierto placer culpable en asistir a ver una película de la que posiblemente al salir aborrecería el resto de mi vida, pero que podría detestar con todos los argumentos posibles al haberla visto. Al entender el ‘porqué’ de mi hambre cinematográfica, me di un empujón para acercarme a la Cineteca Nacional.
Capítulo III – El fenómeno.
Arribar a las 11.30am a la Cineteca debería ser una hora decente como para alcanzar entradas para cualquier función, al llegar presencié una fila que le daba vuelta al recinto, ingenuamente pensé ‘Ahh vaya que ya se está preparando el público para entrar a distintas salas’… pero mi horror se multiplicó cuando encontré que esa fila no era para accesar a las salas de cine, sino para apenas comprar boletos… y si, ¿Adivinen para que película?
Fenómenos como ese me había tocado presenciarlos para adquirir boletos para la última entrega de la saga de ‘Star Wars’, o para el cierre de la trilogía de ‘Matrix’, inclusive para los estrenos de medianoche de ‘El señor de los anillos’, o la premiere de ‘El caballero de la noche asciende’… nunca creería que jóvenes de servicio social de la cineteca, gritarían entre la fila, ‘Boletos para Ninfomanía agotados para el día de hoy’.
Mis ánimos lejos de estar crecidos estaban neutrales, si no pudiera ver la película, pues tampoco me estaría perdiendo de mucho, al fin y al cabo, estaba ahí por alimentar mi morbo. Me pareció curioso observar, cómo es que se podría esperar un público joven adulto para conseguir boletos, y había un espectro de todo tipo de sociedades y edades. Adultos maduros, parejas consolidadas, tórtolos adolescentes, hipsters y demás muchedumbre estaban al asecho por conseguir entradas.
Avanzó la fila, el tiempo se acortaba, la función iniciaría a las 12pm en punto, y por ser la Cineteca Nacional, ni un corto previo se pondría antes de la película, así que las posibilidades de entrar a ver a Charlotte Gainsbourg protagonizar la nueva cinta de von Trier, se veía lejana.
Capítulo IV – El boleto
11.50AM y una larga espera todavía para alcanzar la taquilla, la tranquilidad me invadía, pero una cierta decepción personal se estaba fraguando en mi interior, el morbo quedaría hambriento, por lo que tendría que buscar aparte de consuelo, llenar el ‘hambre’ con la otra cinta por la que se competía en esa interminable fila ‘El gran hotel Budapest’, también agotados los boletos para ese día.
Mis sentidos se empezaron a agudizar conforme iba y venía la gente, de pronto unos jóvenes, chico y chica, algo tímidos se acercaron a la cola interminable de gente, entreabrieron un libro y dejaron ver lo que era claramente unas entradas al cine, sin pensarlo dos veces y antes de dejarles pronunciar discurso ante quienes pretendían comentar su venta, les interrumpí flagrantemente y dije:
-¿Es para Ninfomanía?
-Si
-¿Ahora mismo a las doce?
-Sí.
-Dámelo.
Pagué con celeridad, corrí del lugar, llegué tropezando a la sala 1, el boletero cortó mi entrada y me dijo ‘Tranquilo empezaremos 15 minutos más tarde’, y me enfrenté a un recinto donde apenas cabía mi cuerpo y ni una aguja más.
Capítulo V – NINF()MANÍA al descubierto
Lars von Trier presentó el 25 de diciembre del 2013 por primera vez su cinta al mundo en Dinamarca, pero su lanzamiento oficial se dio en el marco del 64° Festival internacional de cine de Berlín el 16 de febrero del presente año. La cinta fue exhibida en un solo corte con extensión total de cinco horas y media de duración.
Para su distribución internacional, la película ha sido dividida en dos volúmenes, mismos que se están entrenando con un intervalo de tiempo considerablemente rápido. Al inicio de la cinta lo primero que lee el cinéfilo después del título es un disclaimer que pronuncia lo siguiente:
“Esta es una versión abreviada y censurada de la película, la cual se hizo con el permiso del director, pero sin su revisión o participación final.”
Quiero pensar que lo único a lo que se refiere este aviso, es que la película se encuentra dividida en dos y posiblemente el corte de algunos encuadres explícitos de genitales o sexo en pantalla, fuera de eso, la cinta se entiende a la perfección.
La premisa del filme es sencillo: Joe (Gainsbourg) se encuentra tirada en un callejón, dónde es encontrada por Seligman (Skarsgård) quien le da refugio en su modesto departamento. Ella le confiesa ser una ninfómana auto-diagnosticada y comienza el diálogo explicativo de su vida pasada.
En este encuentro y a lo largo de dos horas, el cineasta utiliza una serie de recursos metafóricos para meternos en contexto con la trama, endulzando lo ‘sucio’ que pudiese ser el tema y dándole un toque de persuasión y encanto a la vez. La poética visual se explica con imágenes que nos resultan familiares pero que nunca creeríamos equiparar de manera sexual en la naturaleza humana.
Ambos talentos fetiche de von Trier, Charlotte Gainsbourg y Stellan Skarsgård, hacen una mancuerna a cuadro que nos cautiva por su dialogo finamente encajado. El guión es un artilugio digno de aplaudir en Lars, y es que sabe como ejecutar una historia para provocar, y al menos -hasta ahora- no corrompernos o violentarnos con la dureza gráfica presentada a cuadro.
El resto del reparto son caras familiares en Hollywood, pero que acá, sorprenden por salir de su casilla habitual. Un irreconocible Christian Slater está en la edad como para dar un papel de madurez y con carácter presencial fuerte en la cinta, Uma Thurman se entrega en un personaje que también costará trabajo identificarla, y aunque a cuadro nos resulte corto su aporte, resalta por encarnar a una mujer que se debate en una crisis existencial por su matrimonio.
Shia LaBeouf es sin duda la espina dorsal escondida en este volumen primero, que ahora haciendo ejercicio en el análisis de la cinta, es entendible su escape de las luminarias en la actualidad y su posible cese actoral a futuro.
La estructura fílmica funciona casi como una obra teatral, y dando pié a simbologías que resultarán curiosas para el espectador. Recordemos que esta entrega y el volumen II, son el final de la ‘trilogía de la depresión’ iniciada por von Trier con ‘Anticristo’ (2009) y ‘Melancolía’ (2011) por lo que en la parte final de ‘NINF()MANÍA’ más sorpresas se pueden esperar.
Pasé de la negación, a veto, al sentir morbo, al arrepentimiento y ahora de nuevo…. Al hambre, ‘NINF()MANÍA Vol I’ termina en la cúspide, justo ahí al borde del orgasmo y queriendo más, y más y más… como inicié este escrito/narración/artículo lo confieso, yo crucifiqué la película de von Trier y ahora me trago mis palabras. Lars, ¡Dame ‘NINF()MANÍA Vol. II’ ya por favor! Me declaro fiel seguidor a su cine irreverente y que corrompe hasta los más inquebrantables seguidores del cine contemporáneo.
Clasificación: Si es fan de Lars von Trier, esta película sin duda será de su deleite, si desconoce y ni idea de que estamos hablando aquí, vaya con disposición abierta al cine y sin prejuicios, seguramente dejará el morbo a un lado y se regocijará de ver una excelente película independiente que viene a decirnos ‘Olvidate del amor’ y nos dejará pensando de cómo hemos tergiversado sentimientos, emociones, sensaciones, placeres, deseos, perversiones, adicciones y banalidades en nuestra vida terrenal.
Saludos ninfomaníacos.
H.
2 thoughts on “NINF()MANÍA Vol. I: La película que tu madre nunca querrá que vayas a ver.”