Dirección: Zack Snyder
Reparto: Henry Cavill, Amy Adams, Michael Shannon, Diane Lane, Russell Crowe, Kevin Costner, Antje Traue
Disclamer: Este artículo está escrito a tono personal, algo que suele suceder pocas veces pero que, en esta ocasión, decidí expresarlo de esta manera. No contendrá spoilers pero seré directo en mis opiniones.
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Esperé… esperé 22 días después del estreno a que el maremágnum mental cediera, a que la tempestad personal bajara y ver con claridad el brillo de los números reales, platicar entre las audiencias y ‘tantear las aguas’ (aparte de la falta de tiempo por supuesto).
Y esperé y sigo esperando, pero la realidad, como bien lo dijo Tina Turner en la icónica canción de ‘Mad Max Beyond the Thunderdome’, me ha hecho darme cuenta de algo: “We don’t need another hero”.
Esperé toda mi infancia, mi adolescencia, y ahora parte de mi tardía adolescencia y negada adultez, para ver a mi propio Superhombre en la pantalla grande. Ese héroe que aunque ahora lo neguemos, todos en algún momento admiramos, a pesar de que ahora nos atrevamos a darle la espalda y a escupirle por ser pro-yankie y por defender los intereses de un país que es todo menos un sueño americano.
Tuvimos a Christopher Reeve, sí, mas quienes gozaron plenamente de sus películas fueron los de la generación X. Y ese ‘gozar’ es relativo, ya que las películas protagonizadas por Reeve se vieron en un constante caos de intereses hollywoodenses hasta caer en tintes cómicos y absurdos, lo que no le hace ningún mérito al cómic de un personaje que, aunque pocos rememorarán, en un inicio fue concebido por Joseph “Joe” Shuster y Jerome “Jerry” Siegel como un villano para después reformularlo y construirlo como un superhombre de carácter agresivo y áspero, que a menudo aterrorizaba a golpeadores de mujeres, gangsters o estafadores sin código moral… hasta que lo ablandaron y lo ‘patriotizaron’ convirtiéndolo en lo que ahora conocemos.
Creí en Bryan Singer, creí en Brandon Routh, director y actor que prometieron revivir juntos una franquicia que quedó dolida y enterrada con el tiempo y, así como yo, muchos creímos en ellos, sobretodo en Singer, que venía de entregarnos X-Men y X2 y quien nos presentó a la famosa academia de Charles Xavier como un instituto real de mutantes que co-existían en el planeta con nosotros. Sin embargo, al revivir al héroe americano por excelencia en el 2006, la película cayó en picado.
Al querer insertarla abruptamente entre las películas ya existentes de las décadas de 1970 y 1980, una nueva generación no entendió el contexto del filme, inclusive yo que viví y crecí viendo las películas en canal 5 me resultó complicado entender como es que se pretendía revivir una franquicia que ya estaba olvidada. Era como ponerle un marcapasos a un corazón que ya había dejado de latir.
Y así el presidente de Warner Bros., Alan F. Horn, declaró que si llegaba a haber una secuela su presupuesto se vería reducido, ya que la película dirigida por Singer no cumplió las expectativas del estudio. Poco a poco empezó a retrasarse la producción de la mencionada siguiente parte hasta caer de nuevo en el olvido y empolvarse la capa roja y el traje azul del salvador de Metrópolis.
Se enmohecieron nuestras memorias, las esperanzas se enfriaron y llegamos incluso a cerrar el recuerdo y a asumir que ya no habría más héroe proveniente de Kriptón…, hasta que en el 2010 llegó el aparente milagro.
Desde el 2008 Warner hacía coqueteos con un reinicio de la franquicia, pero en el 2010 fue cuando anunciaron oficialmente que Christopher Nolan (director de la nueva trilogía del hombre murciélago) produciría la película de la mano del director Zack Snyder, quien venía de una carrera prolífica en películas basadas en cómics (300 y Watchmen). El clonazepam que necesitábamos al fin llegaba como placebo a nuestro torrente geek-sanguíneo.
Y esperé, de nuevo confié, que al fin un director (del cual sigo ejemplo y pretendo algún día cuando sea grande ser como él) se sentara enteramente en la silla de productor -y no sólo eso- y ostentara el crédito de ‘Historia de Christopher Nolan’ para al fin entregarnos una pieza maestra en el universo de las historietas hechas cine para consagrar junto al vino sangre de cristo.
Que el director que se encargó de realizar la película de la historieta que es considerada ‘El Quijote’ de los cómics, diera vida a Rorschach, Nite Owl, The Comedian, Silk Spectre y Dr. Manhattan, en el distópico mundo paralelo en donde Richard Nixon gobernaba un Estados Unidos decadente en 1985 y la población reclamaba a gritos y lamentos ‘¿¡Quién vigila a los vigilantes!?’ hacía del anuncio una gran noticia debido a que implicaba la unión de dos promesas juntas, dos mentes brillantes y de potencial en Hollywood. Nada podía salir mal.
Pero dos horas y veinte minutos bastaron para desenmascarar la historia que ambos creativos junto a Henry Cavill como protagonista, prepararon durante 3 años. El último hijo de Kriptón sufrió la reinvención del siglo XXI y la readaptación a una nueva concepción.
Lo lamento Joe Shuster y Jerry Siegel, su hijo, el que ustedes procrearon pensando en dioses del cine de la época de oro Hollywoodense como Douglas Fairbanks o Harold Lloyd; al que nombraron en honor y tributo a los actores Clark Gable y Kent Taylor; ese al que le dieron la fuerza inspirada en Sansón y Hercules; aquel que envistieron pensando en el mítico héroe Flash Gordon; el pequeño enraizado en Smallville, Kansas, con fuerza ultrahumana criado por Jonathan y Martha Kent, pero hijo de Jor-El y Lara Lor-Van; ese que después se mudó a Metrópolis para luchar por la justicia… Kal-El, el hombre de acero, ha muerto.
Al principio, como en todo deceso uno pasa por la etapa de la negación, después la ira y la cólera, y después llega a la resignación para buscar respuestas.
Nolan y Snyder tuvieron en sus manos la historia del mesías de los cómics, con pleno uso de licencia por parte de DC comics y Warner Bros. Pero no la historia con la que crecieron millones de lectores de comics de la era de 1980 y 1990. Tenemos que recordar que DC hizo un relanzamiento de sus franquicias en ‘The New 52’ en 2011, en donde reiniciaron historias de varios superheroes y de paso la historia de todo lo que envolviera al hombre del traje azul y rojo, partiendo de un nuevo genesis, esto en teoría para hacer las historias más modernas y accesibles.
Ahora siento como es que el pasado de mi infancia busca derrumbarse sobre el nuevo cimiento de una historia que no me pertenece, pero que veo que a mi alrededor una nueva generación adoptará como suya.
Winston Smith no estaría más decepcionado con O’Brien o el Gran Hermano por este cambio tan radical en la historia de Oceanía… ¿O acaso era Eurasia? (Sarcasmo para quienes crean que bromeo) Así es como el cine busca readaptar a un superhéroe que ya no es necesario, que habíamos olvidado, que ya estaba lejos de nosotros. Reabrir la franquicia de un fantasma ha sido hundir el dedo invisible en la yaga de nuestra memoria.
Ante Rusell Crowe haciendo el papel de Jor-El sólo diré: Marlon Brando, te extrañamos. A Amy Adams interpretando a Lois Lane: Tenaz, en búsqueda de la noticia, como debe ser, pero más allá se convierte en el juicio del hombre de acero, quien está ahi como un rostro familiar para orientar al héroe cuando se siente en pasos perdidos. A Kevin Costner como Jonathan Kent, nos conecta con la nostalgia por un rostro familiar, y nada más. A Michael Shannon como el General Zod: Bien podría ser el hermano de Quentin Tarantino, es quien más se asemeja a un personaje de un comic por sus actitudes. Y, por último, a Henry Cavill como el mismísimo Superhombre: Respetos para el trabajo físco logrado, portar el manto del héroe sagrado de DC es tarea que siempre ha sido dificil.
Hanz Zimmer es un compositor honorable y respetado por llevarnos con sus compases musicales alrededor de una historia que necesita contarse con imágenes, más lamento que olvidar a John Williams con su tema ya lapidado en nuestro recuerdo es tarea difícil para los románticos.
Tomar la historia del General Zod fue un movimiento arriesgado, era como tomar a un mancebo del pescuezo y tenerlo en la fragilidad de poder romperle la nuca en cualquier momento, era cargar con el mundo a cuestas cual Atlas que no se encoge de hombros, y vaya que enfrentar a Zod contra el Superhombre era como chocar a literalmente dos titanes de acero.
Arriesgar la carta de Zod fue demasiado, ese solo villano bien pudo guardarse para una segunda entrega, e ir macerando su sabor… Por ejemplo, hacerlo un macrovillano para la liga de la justicia; el nexo sutil se sembró al aparecer ingeniosamente el logo de ‘Wayne Enterprises’ impuesto en un satélite en órbita… se vale sonar con historietas imposibles.
Nolan y Snyder son inteligentes, jugaron otra carta muy importante al tratar de humanizar al personaje, hacerlo terrenal, hacerlo de carne y hueso y olvidar que era de acero por un momento. Lo hicieron sentimental y se olvidaron del romanticismo, de lo que el comic había curtido con el tiempo, pero como ahora se toma un nuevo comienzo, se justifica con la nueva reinvención.
‘Superman: Earth One’ es el comic que se toma como arco en la película, y es claro que los cineastas se nutrieron de sus páginas, planteando escenarios similares y contextos parecidos: un hombre que está en búsqueda, que se encuentra atormentado por desconocer su origen, pero que en su camino irá descubriendo su propósito de vida, ser el héroe que Metrópolis y el mundo necesitan.
Leer este nuevo renacer me fue pesado, era sentir como el viejo testamento se queda atrás para tomar el nuevo y ahora seguir las nuevas escrituras, este hijo pródigo del comic se levanta una vez más, pero no para mi, sino para quienes ahora son consumidores de edad joven promedia. Habrá detalles, formas y ópticas que me resulten disonantes pero los números de taquilla de verano me callan en mis esfuerzos.
Al 5 de Julio la película ha recaudado 528.4MDD a nivel mundial, su costo de producción fue de 225MDD y hasta el momento ha sido el segundo mejor estreno del año en un fin de semana recolectando 116.6MDD y siendo superado por Iron Man 3 con 174.1MDD.
Los ánimos siguen envalentonados, la crítica dispersa, el ambiente incierto y Hollywood solo se remanga la camisa para anunciar una secuela con Snyder de nuevo en la posición de director.
Aunque hoy ya no espero nada y para mí ya quedó lejana la expectativa. Yo creo que ahora ya no necesito otro héroe, porque la estafeta no es para mi, es para ti, para el lector joven, para el espectador quinceañero, para el chaval de 5 años que ahora verá con otros ojos a un chico de Kansas que sufre por no encontrarse en este mundo, que se identificará con el bullying que sufre un niño que viene de Kripton, esta película es para ellos, para quienes ahora se pondrán una capa a la espalda y pretenderán salvar el mundo, aunque sea jugando, está en ustedes, nueva generación, creer que se puede hacer algo nuevo, algo distinto, algo diferente para salvar a este planeta, y darnos cuenta, que los héroes, somos nosotros mismos, y no necesitamos de la ficción para que alguien venga a salvar nuestra realidad.
Entonces… ¿Necesitamos otro héroe? Eso solo lo decidirán ustedes que aunque no tengan poderes, capa y peinado perfecto, en su pensamiento nadie jamás les dirá cuan alto es que podrán volar, ustedes deciden el futuro.
Saludos de acero.
H.