Dirección: Ridley Scott
Reparto: Christian Bale, Joel Edgerton, Aaron Paul, Sigourney Weaver, Ben Kingsley, John Turturro
Atención, este artículo contiene SPOILERS, se recomienda prudencia y criterio para evaluar su contenido.
La historia épica de Moisés y Ramsés es por todos los estudiosos religiosos conocida, o al menos un tanto viviente en el imaginario colectivo de la sociedad. Todos hemos escuchado hablar alguna vez de los diez mandamientos, de cómo es que se partió en dos el mar rojo para que los israelitas pudieran pasar y seguir su camino a Canaán, la historia de las diez plagas, etc, etc, etc. Pues Éxodo: Dioses y Reyes trata justamente de todo lo mencionado, bajo la visión de un agnóstico cineasta que siempre ha venido a cambiar la percepción del cine: Ridley Scott.
Esta es una superproducción al viejo estilo de la industria hollywoodense, donde se cuentan con miles de extras para la recreación de Menfis, la capital original del viejo Egipto. Estas escenificaciones fueron realizadas principalmente en Almería España donde se construyeron sets que asombran en una época donde todo es resuelto con efectos gráficos de computadora.
En la ficción presentada por Scott se plantean personajes más terrenales, fuera de llegar a ser tan míticos y rayando en ser semidioses. Moisés encarnado por Christian Bale es un hombre que duda ante la aparición de Dios –quien se manifiesta en la icónica zarza pero aparte se hace presencial como la figura de un infante, toque que a su vez logra darle mayor presencia y reta al espectador a aceptarle–y cuando alguno que otro personaje le sorprende en su soledad, pareciese que Moisés está al borde de la esquizofrenia por hablar solo.
Esto lo ha confirmado el mismo Bale en entrevistas que ha tenido con la prensa, inclusive se ha denominado como posible ‘Terrorista’ al hombre que decidió dirigir al pueblo esclavo de Egipto, ya que su persecución duró por años y al mover a las masas por un motivo religioso causó una revuelta sin precedentes en el imperio establecido por los Faraones.
Ramsés por su parte (Edgerton) se muestra como alguien incrédulo, obstinado pero que en el fondo tiene un cariño imprescindible por su hermano, sin embargo al llegar la muerte de su primogénito su temple cambia al borde de ser un tirano que busca la venganza persiguiendo de vuelta a sus súbditos israelitas.
Las diez plagas son explicadas como un fenómeno particular, Moisés lejos de provocarlas se mantiene como espectador y todo comienza por ser una repercusión de la siguiente, formando un efecto dominó que se desencadena sin límite.
En el momento crucial de tener que atravesar el mar rojo, Moisés de nueva cuenta se convierte en público, mientras que un fenómeno natural al estilo de un tsunami, es lo que abre paso ente el mar para que los israelitas sigan su camino.
Scott se vale de estos recursos para poder explicar el drama bíblico de manera un tanto más coherente y dejar las metáforas o parábolas fuera de una fantasía inexplicable.
La película llega con una semana de anticipación a México, ya que su mercado internacional se abrirá a partir del 11 de diciembre.
Clasificación: Si se es fan del género, creyente bíblico o del mismo cineasta, acuda a su cine más cercano. Scott repite la fórmula realizada en Gladiador del año 2000 y la aplica al viejo testamento para sacudir con su interpretación a las nuevas generaciones.