Retornados: Tensión al extremo
En un mundo post-zombie, donde los infectados pueden llevar vidas normales gracias a una fórmula experimental, sobreviene un conflicto cuando desgraciadamente su medicamento retroviral se está acabando
En un mundo post-zombie, donde los infectados pueden llevar vidas normales gracias a una fórmula experimental, sobreviene un conflicto cuando desgraciadamente su medicamento retroviral se está acabando
llega esta visión de Marc Foster, (conocido por cintas como Más extraño que la Ficción o Descubriendo el País de Nunca Jamás) con un ritmo vertiginoso y escenas multitudinarias espectaculares.
El zombie, el muerto viviente, de entre todos los monstruos de la ficción moderna, posiblemente el más humano y por ende el que mejor representa los miedos de la sociedad actual. Esas multitudes de cadáveres andantes desprovistos ya de toda humanidad y ansiosos por devorar a los vivos, se han vuelto una presencia común en la ficción, siendo participes de infinidad de historias que van desde el horror apocalíptico al drama personal, e incluso a la comedia romántica. Desde la literatura a los videojuegos, las hordas de zombies invaden la ficción denostando que el muerto vivo llegó para quedarse.
Los Zombies han sido prostituidos hasta el cansancio en la cultura popular y en la cinematografía, pongámonos serios un momento y abarquemos el tema desde lo racional, lo científico y lo posible.
Es cierto, antes de 1968 había películas de zombies, pero las historias no hablaban de seres descarnados que comiesen la carne viva de sus víctimas. Las primeras películas de zombies sólo abordaban el gusto-temor por lo exótico del norteamericano por las tradiciones de los pueblos sudamericanos y reflejaban con muchas imprecisiones el concepto del vudú haitiano.
Norman Babcock, es un niño que dista de ser común, todos creen que es un chico raro, inclusive sus padres. Por las tardes conversa con su abuela, camino a la escuela se le ve platicando al aire… y esto sucede porque Norman, puede ver y hablar con los espíritus errantes que no han logrado alcanzar su descanso. Gracias a este desatinado privilegio, en Norman recaerá la responsabilidad de terminar una maldición que asecha a su pueblo Blithe Hollow.