La aventura de formar parte de la Dirección Artística del Festival de Teatro Nuevo León
Como cada año, desde hace ya 23, se llevó a cabo el, un tanto polémico, Encuentro Estatal de teatro Nuevo León (XXIII EETNL) y es que desde su esencia se denominó Encuentro porque tenía la consigna no de ser un evento competitivo sino solo un programa que mostrara los trabajos realizados durante el año en el quehacer teatral del Estado, aunque este se produzca esencialmente en Monterrey y la zona conurbada.
Y más se agudiza la polémica cuando en la misma convocatoria se tienen que elegir solamente cuatro trabajos que representen el Teatro de Nuevo león para el Festival a realizarse en el mes de Agosto. Sin realmente un parámetro establecido se confía en la decisión de un grupo de compañeros actores, directores, docentes y/o productores, quienes tienen esa tarea que en esta ocasión resultó ardua por considerar al menos 32 trabajos con niveles y propuestas muy disímbolas y bastante interesantes todas.
Una gran sorpresa resulta el hecho de encontrar un grupo de jóvenes talentos, quienes al calor de su entusiasmo y la búsqueda de una presencia en el medio, se aventuran a escribir, dirigir, actuar y hasta producir sus propios espectáculos, con resultados que van de lo regular a lo bastante logrado, son voces vivas que nos presentan una realidad a veces bastante cruda, con gran fuerza, como en el caso de “Pequeño Fin del Mundo” de Víctor Hernández, la cual fue seleccionada para el festival, resulta muy interesante la manera que integran elementos de multimedia para dar contundencia a su propuesta.
Decididamente el encontrar a gente de gran trayectoria entre los participantes es refrescante y hasta entrañable, participando como actores, avalando a los nuevos directores o apoyando y dando fe de los trabajos de sus pupilos, quienes tienen la experiencia de compartir el escenario y al mismo tiempo aprender directamente de su talento en la representación, demostrando su gran capacidad y las tablas que los mantienen en el escenario como los grandes que son. Es gozoso reencontrar en el escenario a gente como el Maestro Rubén González Garza (Corazón de Boxeador), Chucho Cuellar, Feliciano Lara (Ya viene la Guerra), Esther Garza (La Comida de los Brujos), Juany Esquivel, Nena Pineda (La Revuelta), Jorge Segura, y el Maestro Javier Serna (Misa Fronteriza, otra de las seleccionadas).
Los dramaturgos regiomontanos también se hacen presentes con propuestas muy interesantes, desde un memorable Guillermo Alanís, con su divertida obra “Ya viene la Guerra”, el talentoso Hernán Galindo y su “Comida de los Brujos” muy lograda en su género, hasta el complejo talento del Maestro Gabriel Contreras con su excelente propuesta “Project-0” que fue interpretado de manera por demás interesante por el grupo de la Compañía Teatral de la Facultad de Artes Escénicas, bajo la dirección del maestro Javier Serna, muy bien realizada, por lo cual fue seleccionada igualmente para el Festival.
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También hubo comedias en el Encuentro, miradas un poco más amables sobre nuestra situación actual y hechas con toda la mano, ”Concierto desconcierto” de Ricardo Villarreal, “Las Habladoras” dirigida por Lety Parra, en una producción de la Percha Teatro, que nos presenta las voces de 5 mujeres y su posición con respecto del nuevo siglo y su papel femenino, “Vacas” un montaje muy afortunado con dirección y actuación de Cristina Alanís con la maestría y la asesoría de Gerardo Dávila, que nos presentan otra cara de la realidad de nuestra sociedad, siendo seleccionada para su inclusión en el Festival de Teatro.
En mi participación como parte de la dirección artística del festival, considero que la decisión de tomar estos cuatro trabajos como representativos del quehacer teatral del estado no fue fácil, más por el número de trabajos y la calidad de muchos de ellos, hay sin duda bastante talento y la verdad es doloroso tener que dejar algunos montajes que valen mucho la alegría de que se produzca esa gran competitividad en nuestro estado. Ahora que, si me preguntan, es bastante disfrutable observar todo lo que se produce y ver crecer a los actores, los directores y la realización de los montajes de un año al siguiente, enhorabuena para todos nosotros, cuando empecé a hacer teatro mis maestros decían que era un eterno agonizante y creo que en realidad hoy lo encuentro más vivo que nunca, gracias por permitirme formar parte de esta comisión y por confiar en nuestro juicio, muchas gracias.
Extiendo mi agradecimiento a quienes me acompañaron en esta aventura, Susy Alanís, Nallely De la Cruz, Viritz Tamayo y David Colorado, excelente compañía y muy atinados en sus juicios, apasionados y consecuentes, mi admiración y respeto.
Marcos Castillo