El monstruo de Frankenstein es una criatura que nació de la locura de su creador quien, utilizando partes de cadáveres, reconstruyó lo que técnicamente era un ser humano. Luego, usando tecnología de punta para su época, le dio vida. El resultado fue una abominación.
Si las películas fueran seres humanos, Yo Frankenstein sería… el monstruo de Frankenstein.
De qué trata la historia
Para los que no estén relacionados con la historia original (ya saben, la del libro), no se preocupen. En la película le dedican tres minutos del inicio para poner a todos al corriente. Entonces viene lo bueno.
Habiéndose traído a lomo desde el ártico el cadáver de su creador, Frank procede a enterrarlo, pero lo interrumpe una orda de demonios que por alguna razón lo quieren secuestrar. A lo lejos, desde la parte más alta de una impresionante catedral gótica, unas gárgolas presencian el suceso y deciden ir a investigar. Sin pedir permiso, llevan a Franky a conocer a su reina.
Aquí viene lo bueno. Resulta que desde tiempos ancestrales la humanidad ha ignorado que frente a sus narices existe una guerra entre las gárgolas, que son guerreras de Dios, y los chamucos, que en última instancia le responden por sus acciones al maligno. Las gárgolas quieren saber cuál es el interés de los diablillos en capturar a Franky y le ofrecen asilo, pero el monstruo es un ser solitario y huye, solo para regresar después y desatar una épica batalla interdimensional.
Diagnóstico final
Si tú disfrutaste de reventar cuetes en año nuevo, tal vez puedas apreciar la parte de acción en la película, ya que Frank pelea cual bastonera ninja contra cientos de demonios. Los efectos especiales no se hacen del rogar, pues desde el inicio hay destrucción, llamaradas y transformaciones demoníacas. Aparte de eso, no hay mucho que ver.
Yo Frankenstein requiere del espectador infinitos niveles de ingenuidad y buena voluntad para ignorar las aberraciones a la lógica en una guerra donde tanto Dios como el Diablo están tan ausentes como el resto de la raza humana. Quizá solo vale la pena por descubrir la verdadera edad de Miranda Otto.
Yo, Frankenstein
- Director: Stuart Beattie
- Actores: Aaron Eckhart, Bill Nighy, Miranda Otto
- Lo mejor: la mitología detrás de la historia es compleja e interesante
- Lo peor: la mitología detrás de la historia es confusa e irrelevante
- Lo más bonito: ver pantalla grande a la novia de Dexter
- Lo más feo: el CGI de algunas gárgolas está chafón
- Recomendaciones adicionales: No esperes mucho y quizá obtengas un poco