Dir. Juan Carlos Fresnadillo
Tras una carrera realizando comerciales, el director Español Juan Carlos Fresnadillo presentó en 1996 el cortometraje “Esposados”, debut con el que ganó múltiples premios internacionales, incluyendo un premio de la Academia a Mejor Cortometraje. Sin embargo, a pesar de esta rápida fama, tardó seis años más en debutar en largometraje con “Intacto”, filme con el que nuevamente recibió diversos premios, entre ellos el Goya a Mejor Director Novel. Esta fama no pasó desapercibida en el extranjero, y en el 2006 Fresnadillo fué contratado por el Británico Danny Boyle para dirigir “28 Weeks Later”, secuela al filme de horror post-apocalítico “28 Days Later” de Boyle. El éxito de esta cinta estableció a Fresnadillo como un competente director de género con una gran habilidad para crear atmósferas espeluznantes. En el 2011 Fresnadillo regresó al Reino Unido para la realización de “Intruders”, un filme de producción netamente Española en la que se aprecia ese estilo tan característico del Horror Español.
“Intruders” (“Intrusos”), narra dos historias paralelas, la primera ocurre en España, donde el pequeño Juan (Izán Corchero) vive aterrorizado por Carahueca, una figura misteriosa que se aparece en su cuarto. Carahueca no tiene rostro, y por las noches se manifiesta en el departamento donde Juan vive, con el propósito de robar su rostro. Juan vive sólo con su madre, Luisa (Pilar López de Ayala), quien de encuentra desesperada y temerosa por no saber como poder ayudar a su hijo. El Padre Antonio (Daniel Brühl), sacerdote de la Iglesia local, se interesa por el caso e intenta descubrir que es lo que trata de poseer al niño. Mientras tanto, en Londres, Mia (Ella Purnell) es una adolescente de 12 años que vive una vida normal con sus padres John y Susanna Farrow (Clive Owen y Carice van Houten respectivamente). El día de su cumpleaños encuentra una caja con un mensaje que atrae a Carahueca, quien intentará poseer el rostro de Mia. Ambos chicos se enfrentarán al monstruo, cada uno a su manera.
El guión de Nicolás Casariego y Jaime Marques narra una fantasía de horror sobrenatural que presenta a un monstruo, Carahueca, que apela a los miedos más primigenios. Un monstruo sin rostro, sin cara, que figura como un Coco, un Boogeyman que acecha en la oscuridad de la habitación, en el armario, bajo la cama, entre las sombras. Los personajes principales, ambos niños de menos de 12 años, enfrentan problemáticas diferentes pero que psicológicamente están muy ligadas al miedo que representa este monstruo. Juan vive solamente con su madre, y conoce muy bien el abandono y la soledad, a la par de que posee una gran imaginación. Mia vive feliz con sus padres, pero se enfrenta a la adolescencia, encontrándose en un punto donde desea crecer, pero esto afecta la estrecha relación que tiene con su padre, quien la considera una niña aún. Ambas tramas, similares pero diferentes, se entrelazan en un twist arriesgado pero funcional, que resulta en una trama en principio interesante aunque no sin su buena cantidad de problemas.
En “Intruders” Fresnadillo muestra una dirección sólida, con un estilo visual bien definidio y un atinado manejo del suspenso, que resulta en varias secuencias de gran calidad. De la mano del cinefotógafo Enrique Chediak (con quien ya trabajó en “28 Weeks Later”), Fresnadillo crea una atmósfera diferente para cada historia: una fría y desoladora para Juan, y una cálida pero no menos inquietante para Mia. El trabajo de Chediak es notable, y se adapta al estilo tan Español de crear atmósfericos dramas de horror (en la línea estilística de “El Orfanato” o el cine de Balagueró), aunque claro, con la marca personal de Fresnadillo, que involucra un excesivo uso de cámara en mano que aunque brinda una dinámica interesante, a ratos llega a ser molesto. Quizás la mayor virtud de “Intruders” es su falta de pretenciones, pues con simpleza el director Juan Carlos Fresnadillo brinda una historia de horror fantástico que se aleja del shock visceral moderno y se acerca más al de los cuentos de horror para antes de dormir.
Las actuaciones son quizás el punto fuerte de “Intruders”, comenzando por la joven Ella Purnell, quien como Mia, brinda un trabajo notable como una chica, ya no del todo una niña, pero aún no del todo una adolescente, que se enfrenta a un miedo que podría considerarse infantil: el miedo a la oscuridad. Purnell actúa con una gran naturalidad, realizando una soberbia interpretación que fácilmente se roba la película. Aunque definitivamente no en el mismo nivel, el trabajo del joven Izán Corchero es también notable, aunque ciertamente en su historia, quien lleva el peso dramático es Pilar López de Ayala, quien interpreta a su madre. Pilar López da un trabajo sólido, haciendo un contenido, aunque realista retrato de su paranóico personaje. En el lado británico, Clive Owen es efectivo en su papel de padre sobreprotector, aunque por momentos es Carice van Houten (la distante madre de Mia) quien resulta dar un trabajo más interesante.
Aunque las actuaciones son muy buenas, “Intruders” tiene un desarrollo de personajes un tanto dispar, pues sufre de tener una premisa interesante que no ha sido del todo bien desarrollada. Ciertamente los autores Casariego y Marques han desarrollado una fascinante historia que puede dar pie a múltiples lecturas. Sin embargo, la construcción de la trama es deficiente, y hay múltiples cabos sueltos que se dejan olvidados al final. Por mencionar quizás el más notorio, aunque la subtrama del Padre Antonio abre opciones interesantes, simplemente el asunto es dejado de lado sin intentar siquiera un mayor desarrollo para el personaje, dejándolo como mera nota al pie. Lo mismo ocurre con el trauma que vive John Farrow en su trabajo, y algunos otros huecos más, lo que resulta en una cinta que pareciera estar un poco incompleta. Aunque “Intruders” presenta gran calidad en su ejecución, detalles como estos evitan que la satisfacción de descifrar el misterio de Carahueca sea completa.
A pesar de estos detalles, “Intruders” logra ser una entretenida fábula de horror en un tono que remite a cintas como “El Espinazo del Diablo” de Guillermo del Toro. Más cercana al horror psicológico que al visceral, “Intruders” brinda un interesante giro al miedo a la oscuridad. De hecho, dado la temática que aborda de miedos infantiles que vuelven al acecho, no deja de ser curioso que la cinta haya recibido una clasificación “R” en los Estados Unidos, seguramente debe haberse debido al inocente desnudo de Carice van Houten (en el Reino Unido por ejemplo, ésto sólo ameritó una más apropiada clasificación “15”). En fin, quizás sea una obra menor en la carrera de Fresnadillo, pero al menos “Intruders” llega a entretener.
J. Luis Rivera