Cine

El viaje más largo.

LoniestRide-H

Titulo Original: The Longest Ride

Direccion: George Tillman Jr.

Reparto: Britt Robertson, Scott Eastwood, Alan Alda, Jack Huston, Oona Chaplin

 

Antes de comenzar, un disclaimer: Esta película está basada en un libro de Nicholas Spark con todo lo que eso implica: todos los personajes son muy guapos, las locaciones son hermosas, historias simples que nos la quieren vender como complicadas, amor y desamor, clichés por todas partes, etc. Tomando lo anterior en cuenta, empezaré a contarles sobre la película.

La historia comienza con Sophia (Britt Robertson), una chica que estudia arte en una Universidad de Carolina del Norte y que a los 5 minutos conoce a Luke (Scott Eastwood), un jinete de toros que desea ser el mejor del mundo. Después, por vueltas del destino conocen a Ira (Alan Alda) quien a través de cartas de amor, nos irá contando su historia de amor.

Como sucedió con las otras 9 películas adaptadas de Sparks, la historia es bastante predecible y fácil de digerir. Básicamente uno ya sabe a lo que va, esperas pasar un buen rato y si tienes suerte, serás afortunado y la película estará buena o ya por lo menos te entretienes. Si soy honesta y aunque le pensé para admitirlo, la verdad es que la película sí me gustó. Debo de reconocer que estoy casi segura que es por el casting, ya que al parecer todas las mujeres de la sala y yo pensamos lo mismo.

Aunque hay dos parejas que están todo el tiempo en pantalla, se puede decir que el peso se la lleva la pareja que hacen Sophia y Luke. En el caso de la protagonista, a Robertson ya la hemos visto en varias ocasiones, pero sobretodo en series como Life Unexpected y Under the Dome y seguramente saltará a la fama ya que participa en la película Tomorrowland junto con George Clooney y Hugh Laurie y por si fuera poco trae el sello de Walt Disney, así que seguro la veremos muy seguido.

Robertson tiene una forma de actuar muy natural y cae en gracia. Es fácil identificarse con los personajes que interpreta y se agradece verla en pantalla, algo parecido al efecto que tiene Shailene Woodley en cuadro.

En cuanto a nuestro chico robacorazones en cuestión tenemos a Scott Eastwood. Sí, es hijo de Clint Eastwood y además de parecerse muchísimo, se ganó la lotería de los genes porque el tipo es un muchachón de nervios que nomás sale en escena y produce risitas absurdas por parte de todas las mujeres en la sala.

Si pusiste atención pudiste haberlo visto en alguna película sin pena ni gloria, y aunque no se le nota mucho la onda de la buena actuación, pues todavía es joven y bello y tal vez piensa que no es necesario. Lo único es que parece que si están muy empeñados en vendérnoslo porque cada escena que tiene parece un comercial donde anuncia algo sexy (no me quejo, solo es como comentario).

Entre tanta cara nueva, se agradece profundamente ver al querido Alan Alda en pantalla, quien con pocas escenas da un pequeño papel memorable y nos deja con ganas de seguirlo viendo.

La película hay que verlo como lo que es: Una película romántica para pasar un buen rato. No hay que darle más lecturas de las que necesarias ni debemos de fijarnos en las fallas que puede tener.

Hay películas para cada momento, y esta es para dejar el cerebro apagado un rato y disfrutar. Como recomendación adicional, aunque es romanticona, es especial para irla a ver con amigas. Nada como poder disfrutar la vista un buen rato y aceptémoslo, ningún cuchurrumín querría ver esto sin quejarse.

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