Jackass Presents: Bad Grandpa (2013)
Director: Jeff Tremaine
Escritores: Fax Bahr, Spike Jonze, Johnny Knoxville, Adam Small y Jeff Tremaine (historia) Johnny Knoxville y Jeff Tremaine (libreto)
Con: Johnny Knoxville, Jackson Nicoll y Greg Harris, entre otros.
Con una fórmula muy probada en sus shows televisivos y desafiando de una manera magistral los límites entre la gracejada subida de tono y el mal gusto, Knoxville nos regala con una película que contiene una trama simplísima y rodeada de lugares comunes, pero con la frescura de las reacciones de sus coprotagonistas involuntarios, la gente común instalada en la sorpresa.
Al morir su esposa, su compañera de toda la vida, Irving Zisman, anciano de 86 años de edad, (representado con gracia y gran desfachatez por el mismo Knoxville) hace un viaje desde Nebraska a Carolina del Norte para entregar a su nieto, Billy (Jackson Nicoll) de 8 años de edad, de regreso a su verdadero padre, ya que la hija de éste está por cumplir una condena en la cárcel, iniciando entonces un viaje desenfrenado en el cual podrá convivir con su nieto de modo que, finalmente, puede apreciarlo bien, pues poco lo conoce debido a los problemas de los padres del niño.
Un comentario aparte merece la actuación del niño Jackson Nicoll, quien a su corta edad, se maneja como todo un profesional dando réplica a Knoxville y no sólo a él, sino a una variedad de adultos a quienes involucra en las escenas que le tocó representar, haciendo gala de soltura y una desfachatez adorable, ganándose la simpatía de sus coprotagonistas y haciendo reír a carcajadas al mismo Knoxville en algunas de las secuencias por sus respuestas inteligentes.
La suma de secuencias absurdas que se van presentando a través de la cinta nos dará la oportunidad no solo de reír a mandíbula batiente, ya que las mismas están planeadas para ello, ésta risa surge por la manera en que el actor, vivo e involuntario en cada ocasión, reacciona con su propio estilo e inocencia o brillante personalidad ante el absurdo que presencia.
Cabe señalar que aquellos que se ven involucrados en las escenas propuestas por el equipo de Knoxville están viviendo la situación como verdadera y por más absurdo que parezca es sorprendente como lo toman, como si fueran hechos comunes, en una sociedad a la que es difícil sorprender, pues digamos que lo han visto todo.
Una divertida película para verla con los amigos, siempre y cuando sean mayores de edad y de amplio criterio, y un buen combo de palomitas y otras delicias de la dulcería.