Cine

El abogado del crimen: El narcotráfico convertido en elegancia

TC-H
Título original: The counselor

Dirección: Ridley Scott

Reparto: Michael Fassbender, Penélope Cruz, Cameron Diaz, Javier Bardem, Brad Pitt, Rubén Blades, Bruno Ganz

Hablar de los cárteles de droga, el narco y todo ese universo pestilente y sucio que nos acontece en este país colindante con Estados Unidos, es el manjar de cada día en noticieros, prensa y obviamente en películas desde hace más de un lustro en la pantalla grande.

‘El Abogado del crimen’ es la misma historia de siempre, un tipo inteligente cree poder hacer el negocio de su vida en un solo golpe con el tráfico de drogas… pero todo sale mal. Aquí la audacia recae en cómo se cuenta la historia, y el guión de diálogos poéticos y bien estructurados con sus personajes perfectamente diseñados cual traje sastre a la medida.

El novelista ganador de un Pulitzer Cormac McCarthy, alzó la mano y dijo ‘yo también’ y se atrevió a escribir un guión impecable que de la mano de Ridley Scott, nadie jamás habría podido ejecutar con tal soberbia y uso de experiencia en el celuloide digital esta obra maestra que va que vuela para los premios Oscar.

Al mencionar ‘Celuloide digital’ si, me refiero a que se utilizaron cámaras RED para su grabación y la fotografía le da un nivel de pulcritud a la cinta cuando se requiere y de suciedad y tosquedad cuando la violencia se solicita a cuadro, aplausos por lograr hacernos saltar del asiento en más de una ocasión en la cinta. Dariusz Wolski vuelve a la mancuerna con Scott después de haber realizado ‘Prometheus’ e imprime su estilo sobresaliente en el departamento de Fotografía.

Su banda sonora es sórdida y nos da ese sentido de acidez cuando se requiere sobre todo para acompañar las escenas de tensión o cuando vemos como los personajes se desdoblan los unos a los otros en sus conflictos existenciales. El poco conocido y hasta cierto punto ‘novato’ Daniel Pemberton se jugó el pellejo para salir ileso con sus piezas magistralmente buenas en la pantalla.

Y del reparto ¿que más se puede decir? Los talentos hablan por si mismos con sus respectivas trayectorias, pero sin lugar a dudas Michael Fassbender entrega a fondo su personaje, caminando el duro sendero de las emociones, donde lo vemos estar en la cima del éxito y descender en picada y espiral hasta el fondo de sus demonios y pesadillas internas convertidas en realidad.

Esta cinta era altamente esperada y con altas expectativas para quien escribe, y es placentero ver que un director tan versátil y carismático en su manera de ejecutar su visión de cineasta, sigue dando sorpresas y complaciendo a un público exigente, que no solo lo conocemos de sus Sci-fis, o sus películas de tinte histórico, e inclusive una que otra película de fantasía o comedia en sus haberes.

La cinta es elegante y hasta cierto punto nihilista, pero esto no le quita méritos ni deja de ser una crítica a la opulencia y empoderamiento de esta industria bastante sólida a nivel mundial. Lo bello de todo el filme… Recuerdo haber escuchado solo UNA VEZ la palabra ‘droga’ en toda la película… y creo que ‘narcotráfico’ ni siquiera se menciona. así de sutil, maquiavélica y bella es.

Clasificación: Véala por el reparto y por la joya que es… El diálogo entre Rubén Blades y Michael Fassbender le romperá el alma, si es que logra entender lo hermoso que se puede argumentar con palabras la transitoriedad de la vida.

 

Saludos aconsejadores.

H.

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