(Floquet de Neu) 2011
Director: Andrés G. Schaer
Escritores: Amèlia Mora, Albert Val
Con: Claudia Abate, Pere Ponce, Joan Sullà
Hay algunas dificultades que salvar con respecto de ésta película, originalmente realizada en España, en idioma catalán, traducida al castellano, con modismos muy locales y situaciones que probablemente han sido superadas ampliamente en el cine occidental.
Razones por las cuales se antoja un tanto sencilla, casi simple, en relación a lo que animación en otros lares se refiere. Fuera de esto podríamos decir que Copito de Nieve intenta ser un trabajo de animación medianamente logrado con una historia que pudiera rescatarse con respecto de la tolerancia a diversos niveles.
Una anécdota que se antoja un tanto superficial, el problema de la aceptación entre jóvenes y trasladada a los animales. “Copito de Nieve, el único gorila blanco del mundo, llega al Zoológico de Barcelona. Su color hace que acapare todas las miradas y aplausos de los visitantes, pero también provoca el rechazo de sus nuevos compañeros gorilas que no lo aceptan como uno de los suyos.
Cuando descubre que la famosa Bruja del Norte está de paso en la ciudad, decide ir en su busca para que le dé una poción que lo convierta en un gorila negro común y corriente.” La anécdota es compartida con Paula (Claudia Abate), una niña quien se encariña con él debido a que sus padres lo llevan a su casa para ¿adaptarlo? y Leo (Joan Sullà) quien está enamorado de Paula y le ayuda con la esperanza de llamar su atención. Ambos personajes resultan ser marginados en su medio pues él es un niño extremadamente estudioso y a ella le encanta el fútbol.
Así las cosas, la trama deambula en una serie de pasajes de humor físico interpretado en parte por un excelente Pere Ponce quien interpreta a Luc de Sac, el villano de la historia, quien busca quedarse con el corazón de Copito para abjurar su mala suerte. La animación dista mucho de ser precisa, pues muy frecuentemente aparecen los personajes animados sin sombra y los niños parece que le hablan al aire, pero finalmente lo que salva de cierto modo la película es el argumento de la tolerancia, creo que debemos ser consecuentes con ello pues y darle la oportunidad.
Película familiar para llevar niños pequeños que acepten la convención de la animación y no estén tan maleados en estos terrenos.
Marcos Castillo