Cine

Casa de mi padre: La irreverencia y el ingenio mexicano hecho en cine.

Dirección: Matt Piedmont

Reparto: Will Ferrell, Diego Luna, Gael García Bernal, Genesis Rodriguez, Adrian Martinez, Efren Ramirez, Pedro Armendáriz Jr.

Hace un par de años el filme ‘Machete’ de Robert Rodriguez saltó a las carteleras, y todo comenzó con un trailer ficticio que realizó para Grinhouse, el copilado de los filmes ‘Death Proof’ y ‘Planet Terror’ que emulaban y hacían tributo a filmes clase B, todo un género existente solamente en Estados Unidos e inexplorado en el resto del mundo.

Casa de mi padre, es el nuevo ejemplo de que este cine absurdo sigue teniendo un mercado meta, ya que pasamos de tomarnos una trama enserio como público, a ser cómplices del chiste en la incoherencia de narrativa. A pesar de que ‘Casa de mi padre’ es un filme estadounidense, es un híbrido entre el home video/cine chicano fronterizo y el género telenovela, tan explotado en México por quién distribuye el filme, televisa.

El filme junta a la dupla de charolastras Diego Luna y Gael García Bernal por tercera ocasión, anteponiéndolos como rivales, la estrella protagónica es Will Ferrel que se destaca por hablar español durante todo el filme, aunque siendo realistas es un lenguaje básico y atropellado. Génesis Rodríguez es la estelar femenina que entra al mundo del cine con este filme y causalmente Pedro Armendáriz Jr. Sale del espectáculo con esta película póstuma.

Aprovechándose de la hilaridad y el humor sardónico, Casa de mi padre nos distrae por completo narrando la historia de dos hermanos mexicanos Raúl y Armando (Luna y Ferrel respectivamente) que se disputan la atención de su padre (Armendáriz Jr.), el cual siente deshonra de Armando considerándolo tonto e inútil. El reciente regreso de Raúl al pueblo causa que el narcotraficante apodado ‘Onza’ (García Bernal) se sienta amenazado e inician los problemas en el filme.

Fuera de tener un propósito, esta producción resulta agraciada por tener la dupla de actores mexicanos que ya se han consagrado internacionalmente, aparte de ser el último filme de Pedro Armendáriz Jr. El cual es garantía de éxito puro. En los detalles técnicos la película no hace el mínimo esfuerzo, por sorprender con grandes efectos especiales o escenarios espectaculares, al contrario, esto también es un factor para reírnos de la ironía por la cual, en algún momento los filmes de luchadores mexicanos fueron idolatrados en Francia, exhibiéndolos con la consideración de ser surrealistas.

Lo capcioso de todo el asunto es, que filmes como estos antes eran considerados totalmente carentes de prestigio o eran aborrecidos por un sector demográfico puramente clasista, pero ahora, hasta parece una fórmula de moda y que pugna para generar tendencia. He aquí como la antimoda se vuelve vanguardia.

Mientras se defina un mercado propositivo al respecto, pequeños productos cinematográficos que exploran esta veta de éxito, quedarán como un ensamble de buen ingenio en la posteridad. Es clara la irreverencia y propósito de los productores, ahora falta ver, si es que logran convencer a un público que es mega exigente en estos días y que es difícil sorprender entre el mundo digital y las historias de contenido.

Clasificación: Véase como el experimento que es, disfrútela y ria, tómese como broma y déjese llevar entre el absurdo español de Ferrel y los errores técnicos propositivos y descuidados que aun más nos harán divertirnos.

Saludos caseros.

H.

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