Me encanta llegar al cine solamente con la seguridad de que voy a escoger entre palomitas, hotdogs o nachos. Odio la idea de ya saber qué va a pasar en la película y estar esperando el momento en que todo se solucione, porque claro, ya sé en qué va a terminar todo.
Con esa idea es que llegué al cine (FYI me decidí por palomitas), y fui gratamente sorprendida por el resultado. Lo que parece ser un dramón tipo Televisa resulta ser una tragicomedia de lo más entretenida. Y si porque es europea da la idea de que es “pensante” pues la realidad es que es súper ligera, pero tan bien realizada que te olvidas que esta en francés.
Después de que un accidente en parapente dejara cuadripléjico a Philippe (François Cluze) un millonario sin corazón, éste se ve en la necesidad de contratar a un asistente de planta que lo ayude en todas sus necesidades. Es así como sorprendentemente contrata a Driss (Omar Sy), un joven de bajos recursos para quien la idea de conseguir dinero es ir a todas las entrevistas de trabajo posibles para llevar el comprobante de “rechazo” al gobierno para que le dé el subsidio.
Sé que la historia no suena ni nueva, ni emocionante, ni llama mucho la atención, pero son la extraordinaria forma de ser contada y las excelentes actuaciones las que hacen que la película valga la pena y un poco más. La película se siente ligera y no cae en un solo momento. Desde el inicio te atrapa y no te suelta hasta que terminas con ese sentimiento de “Hmm me siento bien y no se ni por qué”. La verdad, al verla es entendible porque la película fue nominada en el 2011 para 9 premios César (el equivalente de los Oscares en Francia), que incluyeron mejor edición, mejor dirección, mejor película, mejor actriz de reparto, y las nominaciones a ambos actores principales para mejor actor, siendo Omar Sy el ganador. Además, Sy también ganó el premio Étoile d’Or a la revelación masculina de ese mismo año.
François Cluze es un primer actor que ha aparecido en más de 93 trabajos entre series de tv, mini series, documentales, y películas; por el contrario, Omar Sy es relativamente nuevo y ha tenido pocos trabajos actorales importantes. Es precisamente este juego de tutor/alumno lo que funciona tan bien tanto dentro de la película como fuera de ella, puesto que ambos actores aportan diferentes matices a los personajes.
La pelícúla estuvo escrita y dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano, quienes a pesar de ser bastante jóvenes y tener pocos trabajos anteriores dejan en claro el potencial que tienen. La fotografía, cinematografía, sonido, e incluso los actores de reparto son entrañables; sin embargo, todo se mantiene al margen para resaltar una bella historia y hacer brillar a unos excelentes actores.
Los invito a dejar los blockbusters a un lado por un fin de semana y a ir a ver esta joya que desafortunadamente es probable que no dure mucho en cartelera. Vayan con su pareja, su familia, sus amigos o solos. Les aseguro que van a terminar con una sonrisa en la cara y pensando “It’s a new day, It’s a new day, It’s a new life, And I’m feeling good”.
Nancy G.