Las comparaciones con otras películas podrían ser muchas y tal vez me ayudarían a dejar en claro de una buena vez que es Savages. Pero, eso sería un ejercicio de injusticia tanto para la nueva obra de Oliver Stone como para el punto de referencia que quiera usar. Lo que sí hay que dejar en claro una buena vez es que la película no se trata del narco ni de la violencia del narco, se trata de la violencia, simplemente usa este mundo como plato de petri.
Cuando vi el trailer por primera vez pensé que alguien había tenido la muy poco lustrosa idea de hacer una película del videojuego “Army of Two”, fue lo primero que relacione al ver las máscaras y los rifles. Pueden estar tranquilos que mi imaginación y mis poderes para hacerla una realidad no los he perfeccionado a tal punto. Estos “Savages” son una bestia completamente diferente, un fuerza imparable como la marea de Laguna Beach, CA, casa de nuestros protagonistas desde donde distribuyen la mejor marihuana del mundo, lo que atrae la atención de “La Reina”, interpretada por un escote y Salma Hayek, quien esta buscando recuperar su fuerza y reino mientras su rival “El Azul” intenta ganar territorio y poder. “La Reina” de Salma Hayek da un mensaje fuerte y claro: Yo mando. Mismo mensaje que les hace llegar de manera contundente a dos de los personajes principales, “Ben” y “Chon”, al secuestrar al interés amoroso de ambos, “O”, de ahí en adelante la historia se centra en recuperla..
Aunque la trama y los personajes convergen en el mundo del narcotráfico, este mundo eso solo eso; un mundo, un escenario, para diálogos intensos que construyen personajes de carne y hueso, crudos, creíbles y consistentes; lo cual sería imposible sin el excelente manejo que Oliver Stone tuvo de sus actores, todos y cada uno de ellos dio una muy buena actuación como mínimo; Salma Hayek, Benicio del Toro y John Travolta fueron los mejores en pantalla. La película explora una temática muy particular: la capacidad y afinidad de la humanidad por la violencia, sin excluir la facilidad con la que la ejercemos. Como nos transforma y convierte en algo más, o menos como lo quieran ver ya dependerá de ustedes, que humanos, la violencia nos une, es el agente homogeneizante de la humanidad, es el código genético de nuestra sociedad. Tácticas, inteligencia, contrainteligencia, pólvora y motosierras; las bases y herramientas de la violencia.
Las actuaciones, la narrativa de la historia y la sofocante intensidad de los diálogos, son resaltados por una sutil pero quirúrgicamente precisa banda sonora que encaja cual anillo al dedo con los momentos de la película. No hay una canción en particular que resalte o que domine, no es una banda sonora preciosa; es una precisa, que ambienta de excelente manera de alfa a omega la película. Y el resultado de la suma de estos cuatro elementos es mayor de lo que esperaba de la película, no todos compartirán mi opinión de esta película ya que tiene el carácter de ser una película o que amas o que odias. Ya entrados en el tema del amour hay que resaltar la importancia de este elemento en la historia y en los personajes ya que de no ser por el amor que hay en el triángulo “Ben-O-Chon” y el de “La Reina” con su hija “Magda” la violencia que se genera es por amor, violencia inspirada y movilizada por amor, por recuperar ese amor que hacia que todo estuviera bien, y para lo cual se emprende un viaje a un estado más salvaje.
Gustavo Ibarguengoytia.