La tecnología y la ciencia ficción de Misión Rescate

Desde que Percival Lowell, en 1920, observó canales en la superficie de marte con su telescopio, este planeta se ha convertido en un enigma sobre si ha existido vida en el planeta o no. Si bien, nada ha indicado hasta el día de hoy que esto haya sucedido, la curiosidad ha llevado a la humanidad a estudiarlo, escribir historias y mitología, hacer películas y lanzar misiones hasta ahora ninguna tripulada.

En uno de sus ensayos, Arthur C. Clarke propuso la tercera de las leyes de la ciencia ficción, que dice “Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible a la magia”. Un ejemplo de esto es la tan afamada saga de Las Guerras de las Galaxias (Star Wars). Para este tipo de tanto creaciones literarias como cinematográficas ya hay un término que les queda perfectamente: ciencia fantástica.

Este NO es el caso de Misión Rescate, donde los aspectos técnicos son sumamente creíbles y la tecnología que propone está hoy en día en desarrollo.

Misiones interplanetarias tripuladas

Los efectos de la ausencia de gravedad altera los ciclos circadianos, se deteriora el aparato musculoesquelético, se debilita el sistema inmunológico, entre muchos otros. Este año se encuentran en curso varios estudios (por la NASA) para explorar los efectos en el cuerpo de vivir en el espacio, que si bien ya es un tema que ha sido estudiado desde que comenzaron a existir viajes tripulados al espacio, todavía hay una serie de asuntos por resolver antes de lanzar una misión a Marte.

Se estima que un viaje a nuestro planeta vecino toma alrededor de 18 meses de ida y vuelta sin contar el tiempo que llegasen a pasar en el planeta. Si se considera un mes de estancia, el total de días terrestres serían aproximadamente 578. Al día de hoy la persona que ha pasado más tiempo en el espacio es Valery Polyakov, quien pasó 438 días en la Estación Espacial rusa Mir entre enero de 1994 y marzo de 1995. En realidad, no estamos tan lejos de la posibilidad de hacerlo.

Gravedad en el espacio (simulador de gravedad)

Tal vez una de las tecnologías que pudieran hasta cierto punto resolver los problemas en el cuerpo humano de vivir en el espacio es el simulador de gravedad que apareció en la película de Stanley Kubrik Odisea en el espacio 2001 y que ahora en Misión Rescate se propone nuevamente con algunas modificaciones. Como bien lo planteó Einstein en su tiempo, no hay diferencia entre el efecto de la gravedad y el efecto de la aceleración en el espacio. Así, la parte de la nave Hermes que gira, les da el “confort” de poder caminar, hacer ejercicio e inclusive comer como lo harían en la Tierra.

La nave Hermes sirve en “Misión Rescate” para los viajes hasta el planeta rojo.

¿Y las lunas de Marte?

Si esperabas ver un paisaje al estilo de Red Planet (1994), o algo así como Luke Skywalker mirando en Tatooine a las dos lunas, lo siento mucho. Tanto Andy Weir como Ridley Scott se dieron a la tarea de hacer de Marte lo más realista posible, inclusive indicando datos de planicies, distancias y haciendo referencias a misiones anteriores de la NASA a Marte (Mars Pathfinder). Por lo tanto, las lunas no son tan visibles y para darse una idea, Fobos mide aprox. 22.2 Km de diámetro y está a 9,377 km de marte, mientras que Deimos mide 12.6 Km de diámetro y dista 23,460 Km de marte. Si acaso, Fobos se vería algo así como una canica en el horizonte y Deimos no se vería a simple vista.

Si te interesa saber un poco más de la geografía de Marte, te recomiendo un tour en Google Earth (earth.google.com/mars) y si te quedaron ganas de más ciencia ficción de la película, lee el libro.