Durante la Guerra Fría, las películas gringas de acción siempre tenían como enemigo a un ruso caralarga o una sexy espía. En México, a pesar de que sí existió la paranoia comunista, no recuerdo que hubiera un importante impacto mediático fuera de los noticieros.
¿Y esto qué tiene que ver con la película? Bueno, pues que así como hoy el terrorismo y la guerra contra las drogas son el malo de la historia en todos los discursos, durante buena parte del siglo pasado la enemistad entre las dos naciones más poderosas del mundo se filtró en todos los terrenos, incluido el del ajedrez.
Así como en Rocky se propuso resolver las diferencias entre países con dos hombres luchando en un cuadrilátero, en la Jugada Maestra los medios descargan el peso de una enemistad ideológica entre naciones en los dos campeones del tablero, solo que uno de ellos resultó estar bastante loco.
Técnicamente hablando
Partiendo de que el ajedrez es un deporte, la cinta hace muy buen manejo de lo que en persona quizá parezca una actividad lenta, silenciosa y para algunos aburrida de ver. El diseño sonoro, en el que el movimiento de una piececilla resuena como el disparo de un cañón y el furtivo deslizamiento de un alfil nos pone los pelos de punta, logran generar una tensión que sin sentirse artificial nos mantiene atentos a la batalla, aunque no tengamos idea de lo que está pasando.
Otro punto a favor se lo lleva el vestuario. Ambientada en la década de los 70, somos capaces de identificar la mentalidad de cada individuo por los colores y texturas que se cuelga encima. Los detalles y variaciones en las vestimentas reflejan un estudio detallado de la idiosincrasia de los personajes y de cómo, en esa época, expresaban su individualidad usando grabados o pantalones de terlenca.
De qué trata la historia
El prodigio norteamericano del ajedrez, Bobby Fisher, llega en la cúspide de su carrera a enfrentarse con el campeón del mundo, un ruso que viene apoyado por todo el aparato de formación soviético. Cuando los gringos intentan apropiarse de la imagen de Bobby para convertir al juego en un batalla entre el orgullo de dos naciones, se topan con una personalidad paranoica e inestable.
Basada en un hecho real, durante un equivalente al “Super Bowl” del ajedrez, los campeones se enfrentaron en el que hoy es recordado como uno de los juegos más espectaculares en la historia del ajedrez.
Diagnóstico final
Aunque es una película regular, los aciertos de esta historia se amplifican cuando ponemos en contexto la narrativa con la historia del personaje de la vida real. Al cierre del film, muy a la manera de las películas biográficas, nos regalan un video del Bobby Fisher original. Un hombre extraordinario que escondía detrás de su talento una visión quizá no tan torcida de la amenazadora época que le tocó vivir, aderezada quizá con demasiada locura.
La jugada maestra
- Director: Edward Zwick
- Actores: Tobey Maguire, Liev Schreiber, Peter Sarsgaard
- Lo mejor: El adversario
- Lo peor: La innecesaria reafirmación de su sexualidad
- Recomendaciones: No es un espectáculo, pero si la vez como si fuera una cinta que te topaste por accidente en un día de tedio, saldrás más que satisfecho.