Ella es Ramona es una película mexicana del 2015. Su director, Hugo Rodríguez, escribió la historia junto con Beto Cohen. Al investigar un poco sobre ellos la lista de títulos que aparece es larga, sin embargo en el terreno del guionismo y la dirección se podría decir que ambos van empezando.
Cohen tiene amplia experiencia como agente de prensa y Rodríguez como productor. Trabajaron juntos en filmes como Colosio: el asesinato y No se aceptan devoluciones. Hugo también dirigió Nicotina y un par de episodios de Los Simuladores. Beto por otro lado, ha tomado el rol de escritor por primera vez en Ella es Ramona.
La película cuenta la historia de una mujer con sobrepeso que ha tenido que lidiar toda su vida con las burlas de los que la rodean debido a su físico. Siendo una persona sumamente supersticiosa, cuando las cosas se le complican decide ir a que le lean las cartas del tarot y termina comprando unos escarabajos que le venden a un precio excesivo, con la promesa de que estos cumplirán sus deseos.
La protagonista, Andrea Ortega Lee, es una comediante prácticamente desconocida en el mundo de la actuación, pero el cast reunió a actores de renombre como María Rojo y Daniel Giménez Cacho, quienes interpretan a la mamá y al jefe de Ramona.
La primera observación que tengo que hacer sobre la película (porque desde el inicio es muy evidente) es que uso de inspiración el filme francés Amélie (2001). Estoy segura que a algunos les gustará y otros se podrán sentir ofendidos de tan obvio que es el parecido en el estilo de la fotografía, el arte, los colores y hasta una parte del guión muy específica.
Creo que es comprensible por parte de los realizadores el querer hacer algo del nivel de Amélie (una de las mejores películas que he visto). Sin embargo, puede que se les haya pasado un poquito la mano en copiar tantos aspectos al mismo tiempo.
Ella es Ramona es divertida, digerible y entretiene. Todo lleva un toque de fantasía y es narrado por la protagonista en primera persona. Al salir de la función quede con un buen sabor de boca, pero también pensando en que nunca hubo un clímax o un momento de tensión.
Tal vez hubiera funcionado mucho mejor como una serie televisiva. Se abordan varias situaciones, una historia de amor bastante débil y peleas familiares, pero al final todo queda en el aire y sin resolver. Eso sí, con todos muy felices.
Para aquellos que quieran pasar un buen rato riéndose y olvidarse de problemas, es una opción que cumple, pero creo que es un filme que aspiraba a ser una comedia inteligente o reflexiva y en esto es en lo que se ha quedado corta.