De joven me gustaba elegir las películas por el póster, sin importar si eran buenas o malas. Luego vi tantas que comencé a reconocer las fórmulas, los trucos, las trampas narrativas, y dejé de sorprenderme. Aburrido de ver siempre lo mismo, me transformé sin darme cuenta en un “crítico del cine”… hasta que me topé con Birdman.
De qué trata la historia
Para sacudirse la sombra del superhéroe que lo llevó a la fama, Riggan, un maduro actor de cine venido a menos, decide montar una obra de teatro en Broadway.
Técnicamente hablando
En el lenguaje cinematográfico hay una técnica sangrona llamada “plano secuencia”, en la que se registra durante una sola toma una cantidad inusual de encuadres (close up, full shot, medium rare barbacue shot, etcétera). Alfred Hitchcock en un punto de su carrera intentó hacer películas completas usando esta técnica. La más famosa es La Soga, pero esa literalmente es otra historia.
Al usar el plano secuencia, el cineasta narra los sucesos en tiempo real, sin cortes, sin edición. Igual que en el teatro, donde los errores se corrigen al vuelo y todo puede suceder, Birdman nos lleva montados en una cámara que nunca se detiene.
Pero lo que en teoría suena como una propuesta estética interesante, al final termina por molestar. La cámara gira de un lado a otro para encuadrar a los actores mientras hablan y, al no poder cambiar el lente, a ratos nos acerca demasiado al rostro de los actores, lo cual me parece que distrae.
Criticando a la crítica
Es cierto que en últimos años Hollywood nos ha bombardeado, para regocijo de ñoños y nerds, con películas de súper héroes que luchan contra poderosos villanos de personalidad unidimensional. La mayoría de los críticos (licenciados o de fin de semana) nos quejamos de lo gastado de esta moda, en cambio Alejandro González Iñárritu decidió hacer una película para expresar su punto de vista.
En Birdman, el malo de la historia, el archienemigo de nuestro héroe, es precisamente un crítico, en este caso de teatro. ¿Cómo se atreven estos engendros a evaluar una obra que sale del sudor, sangre y dinero del artista? ¿Qué arriesga el crítico? ¿Qué hace sino solamente colgar adjetivos al trabajo ajeno? Buena, mala, apesta, gloriosa, moco de King Kong. Evaluar una obra en base a comparaciones o, peor, a gustos personales es para nuestro héroe el peor de los pecados, la más vil de las profesiones, la actividad humana que merece ser castigada en el más caliente de los infiernos.
Diagnóstico final
No me atrevo a criticar una cinta que ha anticipado mis movimientos, privándome de poder al desenmascararme por adelantado. Solo puedo decir que Birdman no es una película solo para ir a pasarla bien, es una cinta plagada de cuestionamientos, una berrincheta intelectual, un monólogo egocéntrico del único director mexicano que ha logrado lo que ningún otro paisano: hacer una carrera en Hollywood a base de crear películas de autor sin un solo tropiezo. De mi parte un aplauso y que se abra el telón.
Birdman
- Director: Alejandro González Iñárritu
- Actores: Michael Keaton, Zach Galifianakis, Edward Norton
- Lo mejor: El grito pajarraquesco
- Lo peor: El cansado plano secuencia
- Recomendaciones adicionales: No deja de ser una propuesta petulante para gente que va al cine solo a reflexionar, así que si lo tuyo son los debates DC vs Marvel, mejor búscate una de caricaturas.