Título original: Rosewater
Dirección: Jon Stewart
Reparto: Gael García Bernal, Kim Bodnia, Dimitri Leonidas, Haluk Bilginer, Shohreh Aghdashloo
En 2009 el periodista iraní Maziar Bahari fue detenido injustificadamente por las autoridades gubernamentales de su país para ser encarcelado durante 118 días sin orden de aprehensión alguna, solo le acusaban de conspiración y espía internacional. El reportero perteneciente al semanario Newsweek, al salir contó su versión de los hechos en un libro titulado “Then They Came for Me” en el que deja huella de este atroz acontecimiento, cinco años después de este inhumano proceso llega la película 118 días estelarizada por Gael García Bernal.
Esta película ofrece una pausa de reflexión ya que la turbulencia mediática, política y social de México sufre uno de sus peores momentos en la historia: 43 estudiantes desaparecidos sin razón alguna y posiblemente asesinados, escándalos de abuso de poder por parte de autoridades tanto judiciales, legislativas y la corrupción de las altas estratosferas del mando ejecutivo. México se convierte en el lastre internacional de una cadena de sucesos sin retorno.
Al ver la cinta y estar sumergido en la butaca pensé “¿Y si la tortura, el escarnio y violencia psicológica que vivió Maziar Bahari lo vivieron también esos 43 normalistas?” Solo que aquí hay una gran diferencia, Bahari está vivo y contó su historia a través de un libro, un documental y ahora esta ficcionalización de los hechos. ¿Cómo es que el peso de una persona tuvo la repercusión mediática de su liberación tras cuatro meses de confinamiento y el destino de 43 personas no ha podido ser aclarado desde el 26 de septiembre del presente año?
A Bahari se le implicaron dos sucesos –estúpidos– para su detención: El que haya grabado las protestas de los iraníes al sentirse inconformes con el resultado de las elecciones presidenciales en el 2009 y el que haya participado en una “entrevista” en The Daily Show, un programa de sátira política estadounidense en el que su corresponsal en Irán Jason Jones increpaba que Bahari fuese un terrorista y le cuestionaba del porqué Irán es un país tan malvado.
En la entrevista Bahari decía que Estados Unidos e Irán tenían muchas cosas en común, un ejemplo que ponía era ¿Quién es el enemigo número 1 de EU? A lo que Jones respondió “al-Qaeda” a lo que Bahari denunciaba que también era el primer enemigo de su país. Hay que tomar que todo este encuentro fue tomado de manera cómica, sin nunca llegar a un tono serio, ¿Pruebas? Aquí el video original con la intervención del presentador del programa y también el director de esta película, Jon Stewart:
Cortesía: The Daily Show
Es increíble e indignante que en pleno siglo XXI sigan pasando estas detenciones forzadas en las que sin justificación alguna se condene a las personas sin los argumentos necesarios, privándolos de su libertad e inclusive de su vida. Aquí es donde yo preguntaría ¿En qué se parecen México e Irán? Dejaré la respuesta en el aire, más lamentablemente si damos un poco a pensar, hay más similitudes que diferencias.
El título de la cinta en inglés Rosewater, hace alusión a que el periodista tenía que cubrirse los ojos cada que hablaba con el ‘especialista’ que le cuestionaba acerca de su nexo con el espionaje acusándolo de que su oficio de reportero solo encubría su profesión en la inteligencia occidental. Como Bahari se vendaba los ojos, no distinguía a su torturador más lo único que recuerda es que le distinguía un penetrante aroma a agua de rosas.
Esta es la opera prima de Jon Stewart, la cinta ha cubierto festivales en el último semestre de este 2014, como El Festival Internacional de Cine de Toronto y el Festival de Cine de Telluride en Colorado donde tuvo su premiere internacional. La televisión iraní gubernamental ya condenó a su realizador y al filme de ser fruto de la propagada sionista y que están coludidos con la CIA. La paranoia de un Estado totalitarista nunca tiene límites.
La producción independiente de esta cinta se distingue por un guión sólido y personajes de un carácter remarcable. En su soledad Bahari tiene en su confinamiento “alucinaciones” o proyecciones mentales de su padre, quien también fue encarcelado por ser apuntado como un comunista en la década de 1950, estos encuentros son momentos de reflexión, dolor y angustia que nos ayudan a perfectamente sentir los sentimientos del periodista en esa tortuosa cituación, justo cuando dejó Londres con su esposa embarazada, para una corresponsalía en Irán que solo debía durar poco tiempo, lo que empezó siendo un trabajo remunerado terminó siendo una de las peores torturas de su vida.
A pesar de tener una historia cruel y cruda a disposición visual, el realizador es amable en sus encuadres, logra suavizar el discurso solo provocando el dolor psicológico del espectador, sin mostrar gráficamente la tortura incesante, siendo pulcro en lo que hubiera podido ser un filme despiadado y encarnizado por la tristeza o la desdicha.
Clasificación: 118 días es una cinta OBLIGADA para el mexicano actual, en la que tenemos que entender que nuestro país tercermundista está lejos de acabar con el crímen impune del mismo Estado, que lejos de defendernos está más cerca de atacarnos de lo que creemos. Hay una escena sumamente bella en la que Maryam, -la hermana mayor de Maziar- le dice al pequeño Bahari “Ve todas las películas que puedas, escucha toda la música que llegue a ti y aprende todo lo que esto te de”. Las armas intelectuales siempre han estado ahí solo hay que aprender a usarlas.